La mayor parte de los materiales molidos para el rotomoldeo son polietilenos (más del 95% del mercado). El polietileno es un material relativamente resistente que puede ser difícil de dividir. El método más común de pulverización se realiza utilizando molinos de desgaste de alta velocidad que muelen gránulos de aproximadamente 3/16–1/4 de pulgada (5–6 mm) de diámetro hasta la distribución de tamaño de partícula requerida. Un molino de desgaste utiliza un disco fijo y uno giratorio con una serie de dientes dentados radialmente mecanizados dentro de una carcasa del molino. Los discos se colocan uno frente al otro con un espacio estrecho que se estrecha hacia abajo desde el centro de las placas hasta el borde exterior. Los molinos modernos utilizan la operación horizontal para una producción de polvo más uniforme y un menor desgaste de los dientes de corte. Las unidades de producción utilizan configuraciones de molino simple, doble y triple de acuerdo con el rendimiento requerido. Hay una serie de parámetros importantes que se utilizan para controlar el rendimiento y la calidad de los polvos producidos en los molinos típicos, incluido el número de dientes en las placas de molienda, el tamaño del espacio entre las placas y la temperatura de molienda.

El tamaño, la forma y la distribución del tamaño de las partículas del polvo son factores importantes para determinar la moldeabilidad de un material. El calor se transfiere al polvo por conducción con otras partículas y el molde y por convección con el aire circundante.

Muchas de las partículas tienen colas y pelos adheridos. Estos pueden conducir a una serie de problemas, incluida la reducción de la densidad aparente, las características de flujo deficientes y la irregularidad durante el moldeo. Tenga en cuenta que, si bien las partículas no tienen una forma uniforme, son redondeadas y, por lo tanto, pueden fluir mucho más fácilmente. Además, está presente una variedad de tamaños de partículas; esto es esencial para promover un flujo uniforme y una buena reproducción de la superficie durante el moldeo.